Por William Belgoff Fotografías gentileza de Roxana Acha
Las nuevas chicas del Rock porteño se presentaron el pasado 10 de Mayo en la zona del Abasto.
No fue una noche más. Mientras el frío otoñal está comenzando a invadir Buenos Aires, el Power Trio femenino de esta ciudad de la furia revolucionó el clásico recinto de la música under rioplatense. Escorpia se presentó en Casa Colombo y demostró que es una nueva banda que quiere hacer resurgir el Rock que tanto amamos. Y no lo hicieron solas. Grandes artistas de la pequeña escena local, entre sets acústicos y eléctricos, estuvieron presentes para dar inicio a este magnífico show que dio que hablar.

Roxana Acha, entre armonías embellecidas y el “finger tapping” alucinante
La primera en ocupar el escenario fue una nueva música local que se presentó como Roxana Acha. Mientras la Casa Colombo iba llenándose de espectadores, esta joven tomó un asiento y su guitarra Jackson con microafinadores y se montó a las tablas. Comenzó con una serie de temas propios donde expresó su arte con su voz melodiosa pero desgarradora a la vez. Su instrumento acompañó con un uso técnico muy eficaz y un despliegue teórico de la armonía entre complejo y atractivo. De esa manera, demostró sus influencias provenientes de la música Metalcore. Sus primeras canciones fueron “Cansada de la Soledad”, “Buscando Caminos” y un cover de la cantaurora Sia llamado «Chandelier».
Luego, invitó a un amigo, Diego Asensio, que se unió con su voz y guitarra para reversionar «Sleepwalking» de Bring Me The Horizon y «The End of Heartache» de Killswitch Engage. Los dos lograron una química y conexión única que llevaron a los espectadores a la ensoñación divina. Después de todo este encanto, Roxana se encontró sola de nuevo y cerró con más canciones propias como “La Fuerza” y “Soltar” donde nos enseñó su aptitud técnica entre destacados solos acompañados de un “finger tapping” dandolé un acento folk a su música. Roxana dijo presente y avisó que tiene mucho más para ofrecer en un futuro.

Unos viejos amigos de la Casa, el “Corsario” y su flota trepidante
Un set más complejo apareció en el escenario y unos viejos conocidos de Casa Colombo volvieron a estar para demostrar que su Metal y Hard Rock siguen encendidos. Los Corsario estuvieron junto a Escorpia en esa noche y presentaron un pequeño pero aguerrido set de sus grandes canciones. Para esa hora del crepúsculo, más gente estaba colmando el recinto, y fueron recibidos con los gancheros Riffs del pirata. Un bajo bien al frente, una batería atronadora, la clásica guitarra stratocaster con los solos de velocidad al estilo Malmsteen y una voz contundente estuvieron a tono con el show.
Sus primeras canciones fueron infaltables clásicos de la banda. Entre ellas estuvieron “Historia de la Vida”, “Carrera al Infierno” y “Corran la Voz”. Luego fue el momento de hacer participar al público y desde la viola confluyó la gran melodía de “Black Night”, hitaso de los grandiosos Deep Purple. Hacía el final, no quisieron bajar la vara e interpretaron la poderosa «Rockstar» con la cuál dejaron al público al borde de la furia de la música pesada. Así se fueron, embarcándose hasta la próxima vez que estos piratas quieran explotar a base de su poderoso y ganchero Metal.

La piedad y la traición, los siguientes pasos del Rock
Luego de la furia del pirata fue el turno de otra banda del under local. Piedad y Traición siguió en la noche escorpiana trayendo canciones rápidas y cortas, al estilo ramonero, pero con una afluencia de influencias. Entre la guitarra con los colores argentinos, la voz al estilo del rock nacional, y las pistas que acompañaron a la melodía vocal, estos muchachos dieron una presentación llamativa.
Este fue un grupo con una impronta muy distintiva. Con sus canciones propias, entre lo grunge, lo progresivo y el canto al estilo Rock Nacional, Piedad y Traición galopó en esta noche porteña. Interpretaron temas como “Esteroides”, una balada llamada “Dulce Niña” en dedicación a la hija del guitarrista y otra obra compuesto en pandemia sobre lo que sintieron en ese tiempo. Luego fue el turno de “Sólido”, un single con una dura crítica hacia Alberto Fernandez, ex presidente argentino. Cerraron con “La Traición” y dejaron los motores listos para el gran plato de la noche que se sirvió a continuación.

Escorpia, el nuevo signo zodiacal en búsqueda del resurgimiento del Rock
Casa Colombo se fue llenando mientras los primeros artistas se presentaron en el escenario. Luego de la última banda telonera, las chicas de Escorpia se mostraron con sus looks de impecable producción ante su público. Comenzaron afinando sus instrumentos y aprovecharon para mandar saludos y agradecimientos. Valentina Cooke se mostraba entusiasmada, dispuesta a disfrutar ese show ya que faltará bastante tiempo para su siguiente presentación. Rocío Luna golpeó los primeros parches acompañada de las cinco cuerdas de Salo Bass y la viola de Valentina e inició la magia.
El sonido estaba impecable, los instrumentos sonaban claros, la mezcla estaba ideal. Las chicas comenzaron con sus canciones propias. Las primeras fueron “Argonautas”, “Llamas” y “Tesoro”, que nos hicieron bailar entre el groove bien propiciado y las melodías vocales seguidas de los intensos “rapeos” de Valentina. A continuación fue el momento de presentar “Quieta”, el nuevo single de las escorpianas que tiene un final bien power, característico de esta banda. La noche siguió con otros temas de “Quimera” el álbum del grupo que va saliendo de a poco, a cuenta gotas como nos dijo la vocalista de la agrupación. Pues, lo bueno se hace desear. Así desfilaron “Mi Voz”, “Profundo” y la ya conocida “Sangre”.

Seguido de todo esto, se dio un momento muy especial. Al escenario se sumó la genial Marina Splausky y el trio se conformó en cuarteto. Con toda esa potencia femenina, estas mujeres tocaron un gran clásico del Rock Nacional. Este fue “Sábado”, canción de los reconocidos Divididos, proveniente de su álbum “Acariciando lo Áspero”. El funk duro se agitó en Casa Colombo, y esta música proveniente del oeste bonaerense demostró el aguante.
Con la vara alta, lo que siguió no defraudó. Desde el setlist continuaron “Arde”, “El Sello” y “La Respuesta”. Para esa parte de la noche se dio otro momento emotivo cuándo tocaron “Like a Stone” de los angelinos Audioslave. Este hitaso nos desbordó de emociones. Así fue llegando el final del show que no decepcionó y el público se notó más que satisfecho y totalmente feliz. Esperamos que el siguiente espectáculo de Escorpia pueda ser lo más pronto posible.

Agradecimientos
Quiero agradecer a Sergio Metal Press por el llamado para cubrir este espectáculo y a María Elena Martinez responsable de Sheena Producciones por la acreditación al show que vivimos. Estamos a disposición para el siguiente evento. Que sea Rock! lml.
Roxana Acha
https://www.instagram.com/runaphotography?igsh=d3V6aWF2eG9mcjEx
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