Íntimo, emotivo y eufórico homenaje al Príncipe de las Tinieblas

Por Sergio Silva Fotografías por Luli Papagna

Cruces Negras Tributo a Black Sabbath con más de 17 años de trayectoria se presentó el pasado 21 de noviembre en Club V, generando euforia, emotividad y una conexión única con el público en un show impecable y casi íntimo, gracias a la cercanía de los músicos con la gente.

La cita comenzó a las 20 hs, momento en el que se abrieron las puertas. Sin embargo, desde mucho antes ya se veía movimiento en los alrededores: conocidos, colegas y seguidores del heavy metal aguardaban el inicio. Para quien escribe, fue especial encontrar al Sr. Ale Reggi, baterista de la banda y además colega del medio, reconocido fotógrafo que suele cubrir recitales, pero que esta vez subió al escenario a tocar. Alrededor del horario previsto, el público comenzó a ingresar al recinto.

El espectáculo estuvo dividido en dos segmentos, separados por un ínterin de 10 minutos, y contó con la participación de músicos invitados.

En esta ocasión, Cruces Negras ofreció un homenaje a la memoria de Ozzy Osbourne, fallecido el 22 de julio del corriente año. Aunque la banda suele rendir tributo principalmente a la era de Ronnie James Dio, esta vez hicieron una excepción para honrar al legendario primer vocalista de Black Sabbath.

El repertorio recorrió diversos clásicos y etapas de la banda, pasando por texturas que fueron desde la psicodelia hasta el heavy metal tradicional.

La travesía sonora comenzó con una potente tríada con “After Forever”, “Hole in the Sky” y “Symptom of the Universe” un inicio ideal para encender el clima y preparar a la gente para lo que vendría.

Como se mencionó, hubo invitados especiales que se sumaron a este homenaje. Subieron al escenario: Amy Ramos (Tormenta Arrolladora), Tano Fabiano (guitarra) y Valentín Martínez (voz), con ellos se ejecutaron clásicos como “Sabbath Bloody Sabbath”, “A National Acrobat” y “Children of the Grave”, en una performance arrolladora que mostró todo su poderío musical.

Renzo Favaro (voz principal) anunció un breve descanso para “tomar algo, respirar un poco, fumarse un pucho y luego continuar”.

Al regreso, el éxtasis fue inmediato. Sin previo aviso, la banda atacó con una versión demoledora de “War Pigs”, desatando el canto colectivo que se mantuvo durante todo el segundo tramo del show.

Con la gente totalmente encendida, el público comenzó a corear “Iron Man, Iron Man”, casi como una orden. Cruces Negras respondió interpretando este himno inmortal, elevando aún más el entusiasmo dentro de Club V.

El clima quedó tan caliente que era imposible no continuar con otro clásico absoluto: “Paranoid”, que desató la locura total y parecía marcar el cierre de la noche… pero aún quedaba un último golpe.

El cierre llegó con otro himno, esta vez perteneciente a la etapa del inolvidable Ronnie James Dio «Heaven and Hell”.

Una despedida épica, intensa y profundamente emotiva para un tributo que combinó historia, respeto y pura devoción metalera.